Supongo que será algo común. No
somos especiales, aunque si te lo propones, seguro que tienes algo único que
ofrecer. Hace años me hablaban de la mediocridad. No creo en ello salvo que en
realidad te creas que no puedes ofrecer algo. Es cuestión de proponerlo. Si no
lo propones, si te conformas, entonces, sí.
–
Buenos días mediocre.
No quiero hablar de eso. Quiero
hablar de lo común que es en un grupo las despedidas como antesala de una
bienvenida. Suele ocurrir. Cuestión de convivencia.
A lo largo de la vida es una
constante, no sólo en un grupo, sino en tu vida privada. Idas y venidas.
Nos ha tocado vivir nuevamente un
periodo no grato os lo aseguro. La gente viene y se va, nos deja un poso que
según el filtro que tengas, será positivo o negativo.
Yo, por definición general,
padezco de “optimismo irracional”. Veo todo de manera positiva a pesar de haber
degenerado mucho. He disfrutado mucho y de paso, aprendido algo.
La vida sigue al igual que un
show. El final todavía está lejos. Un grupo debe en ocasiones pararse para
escuchar el silencio que queda tras un acorde final. Ese momento ha llegado.
Momento de poner orden.
Existen muchos caminos. Nosotros
elegimos tal vez el más largo y doloroso. No hay vencedores y sí vencidos.
Estas despedidas se suelen llevar algo de uno. Un “si quizá…”, pero como decía
antes, nos abrimos a nuevos futuros, tal vez mejores o peores, dependerá de
nosotros nuevamente.
Una segunda oportunidad de hacer
las cosas mejor. Es cuestión de ceder un poco y buscar un punto de equilibrio,
te guste o no.
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