lunes, 27 de junio de 2011

Mogambo




De nuevo nos vemos las caras. Cada vez los nervios son menos evidentes, la expectación y la ansiedad son recuerdos. Esta vez sería en el Mogambo. Volvemos a jugar en casa. Nos estamos acomodando. El calor es infernal. Me sangra la nariz. No logro controlar la hemorragia...sangro y sangro. El calor me asfixia. No tengo apenas fuerzas para levantarme del sofá e ir a buscar el equipo pero no queda otra. Llego con la furgoneta prestada. Nunca se me dio bien el tetris. Apilo todo como puedo. Echo de menos algo de ayuda pero no me gusta esperar y menos con este calor.
Estar solo no viene mal en ocasiones.
Llamadas telefónicas. Nos encontramos cerca. Vamos bien de tiempo, tiempo que gastamos en beber.
Comenzamos a montar el equipo, cada vez nos lleva menos tiempo pero no logramos terminar con el suficiente para poder tirarse a la sombra, cerrar los oidos a todo y todos y esperar a que llegue sencillamente la hora. Tiempo. Esa palabra se repite constantemente.Me encuentro con antigua gente conocida. Sonrisas varias, mismas palabras no pronunciadas. Hacia tiempo que no te veía aunque si lo llego a saber no me importaría que hubiera pasado más. En ocasiones parece como si nada hubiera cambiado. Tienes que entenderlo, tú siempre tendrás que entenderlo.

Dejamos todo listo. Parece que la prueba de sonido de 3 temas es suficiente. No suena tan mal. Noto la potencia aunque hecho de menos algo más de escuderos. Todos están contentos asi que nos bajamos del escenario.Contratiempos. Necesitamos un metrónomo de una puta vez.

Nos vamos a cenar Bruno y yo. Esta vez aún podemos tomarnos una copa con calma...relativa. Ducha de rigor. Preparamos el karma. Policía. Aparecerá.

Llegamos a la hora. Están los de siempre. Los fieles más algunas personas nuevas a las que agradezco su presencia. De vez en cuando te encuentras con gente necesaria para sonreir un poco. Eso sí...contar que no seremos puntuales para la próxima vez ya que nuestro público, el que confirma que asistirá nunca lo hace. Previsiones. Están para no cumplirlas. Unas 30 personas. Una persona por minuto ya que fue lo que duró el concierto. Ahora me explico.

Comenzamos con la intro. Horrible. Fue como si tuviéramos chorizos en vez de oidos y orejas en vez de dedos. No se notó mucho fuera. Ganamos en oficio.

Luego la cosa mejoró radicalmente. Tras el exorcismo de la intro comenzamos lo serio. Con Animic la gente todavía no sabe como pronunciarse. Es un tema crudo que no ayuda tal vez a limar las asperezas de un inicio de concierto y más estando todavía fríos. El silencio del respetable es la mejor muestra. Luego vino Muses. Mejoramos en calidad, conectamos más. La gente nos lo agradeció y comenzaron los aplausos. El punto de inflexión fue Friendship. Es el momento de la bofetada, el momento de gritaros: eh! mierda! estamos aqui! esto es rock...no una coral. Aplaudid si os gusta!. Y asi fue...captaron el mensaje. Vamos en serio.Con la versión de Neil Young, "Rocking..." nos adelantamos a los acontecimientos. Más que nunca, la música ha de volver a ponerse a nuestro servicio y servir como canal de transmisión de mensajes de esperanza y cambio sino individual como mi caso, para todos.
Luego llegó Taste...es todo un puntapié en la boca del estómago...que pena que no fueras en esta ocasión.
Con este tema el respetable se puso en pie. Se aproximaron un poco más. Todos escondieron su mano, todos menos yo...se acerca el fin. Llegó Push me...una de mis preferidas. Cuando faltaban pocos segundos, en pleno climax del tema nos cortan la voz. La policía hizo acto de aparición. Concierto cancelado. Teníamos la amenaza desde antes...nos atrevimos, nos salió mal la jugada. Nada que objetar. Todos tienen derecho a descansar aunque para estas cosas lo que tiene que hacer la policía es verificar  el nivel de ruido, cosa que no pudieron hacer debido a que tenían el medidor averiado. La burocracia ha silenciado la música durante muchas noches. La ley antitabaco ha llenado las calles en este verano de gente cívica o no. Habrá más denuncias, habrá algún vecino furioso lanzando cubos de agua por la ventana, y esto podrá ir a más o no. La música ha de estar dentro de los locales, en la boca de la gente, en las calles. El ruido forma parte de las ciudades, es una de sus señas de identidad...y una ciudad sin música es como un parque sin niños, algo lamentable.

domingo, 5 de junio de 2011

Muxo Rock

Nuevo alto en el camino. Esta vez en la capital de la provincia y compartiendo escenario con otros grupos.

Sábado de final de Champions. No se prometía una buena asistencia. El único lunar negro de un "buen día". Comenzamos con la ya cansina procesión de recoger el material, ir, colocar, probar. En esta ocasión estábamos en cuadro. Tan sólo tres de nosotros pudimos asistir a los preliminares. Los nervios previos ya no hacen acto de presencia. Existe una calma chicha es cierto pero nada de nervios. Relajo la guardia. Tuerzo el gesto. Esto no es bueno. Hay que mantener la tensión hasta el último momento me regaño a mi mismo.

La organización formada por un grupo de jóvenes es digna de alabar. Se lo han currado. Desde el escenario a un más que digno equipo de sonido junto con una planificación del backstage. Muy serios en los horarios parece como si estuviera en Portugal. Allí suelen tomárselo muy en serio. Si estos chicos siguen con estas ganas para el año próximo podrán hacer más y mejores cosas. Lástima que la fecha elegida hubiese influido tanto en el público.

Hacemos una prueba de sonido escasa. El técnico de sonido me anda en el ampli sin mediar palabra. Me debato entre decirle algo o pasar. No conviene llevarse mal. He conocido a más de un técnico de sonido a lo largo de mi vida con escasa capacidad para tolerar que nadie le dijera nada. No sólo toca mi ampli modificándome todo el sonido sino que me recomienda tocar sin los pedales. No importa. El sonido es igual de bueno. Parece que no tiene muchas ganas de matarse. Dentro del escenario los monitores de referencia dejan mucho que desear. Apenas escucho algo más que a mi mismo. Se promete un concierto a ciegas como así fue. Lástima. Justo el día que no tenía la cabeza para nada. Demasiados fantasmas rondaban mi cabeza. No estaba allí. No sentía casi nada.

Termina la primera etapa del día. Toca descansar hasta la noche. Cada uno para su casa. A las ocho de la tarde volvemos para situarnos ante la primera parte del partido de Champions. Lo siento. Soy un tanto devoto de tales eventos. No tuve tiempo para más. A las diez en punto estábamos encima del escenario. Alguien me soplaba el resultado. Si durante la prueba de sonido no sonaba bien, ahora no ha mejorado mucho. Da igual. Me dicen que fuera, hacia el público todo suena bien. Me tendré que contentar aunque no estoy nada cómodo. Una guitarra prevalece sobre otra. El bajo apenas se percibe. El técnico parece que está en otra onda. No existe el equilibrio. Lo que más rabia me dá es que parece que nadie más se da cuenta. Bueno, Polo me hace una seña. Tampoco está a gusto. Los demás van por delante. No hay tiempo para pulir nada. Sonido crudo, sin macerar. Nuestra seña de identidad tendrá que esperar un poco más.
Poco público pero entregado. Una de Kyuss gritan. Buen gusto pero tendrán que esperar al siguiente concierto. Parece que disfrutan. Saltan y bailotean. Al menos ellos lo sienten. Lo paso mal. No percibo apenas nada...me dejo llevar. Trámite cumplido. Caras sonrientes. Una nueva muesca en el mástil.
De todo se aprende. Me dan la enhorabuena aunque sigo preguntándome el "pur qué?".

Vuelta de regreso.

Vuelvo a casa aunque me convencen para tomar una última copa. No tengo apenas ganas pero un grupo es algo más que acordes y si no entiendes eso es que no sabes de que va esto.

Sólo queda felicitar a los chicos del Muxo Rock. Se lo han currado. Hace muchos años estuve metido en una organización de un conocido festival alternativo de Vigo. Éramos jóvenes. Teníamos bastantes medios sin embargo algo nos fallaba. Tal vez falta de ambición o experiencia en tales eventos. No es fácil montar algo digno. Por ello doble mérito.

Al final lo tuve que dejar. Éramos jóvenes y no todos teníamos la misma idea de lo que era un festival. Por suerte. con el tiempo se aprendió de los errores y hoy en día las cosas parecen que van mucho mejor,  por lo menos, como pensaba que debería ir un festival digno.

Gracias a los chicos del Muxo Rock y mucho ánimo.