sábado, 23 de abril de 2011

Concierto en la Sala Bonus Track.

Nuestra primera prueba de fuego. El debut.
Contracciones y dilataciones adecuadas. Es el momento. Por no variar llovía y por no variar diré que las prisas nos acompañaron durante todo el día. De tanto “por no” se me va la cabeza a otros temas.
Las redes sociales funcionaron a medias. Esperábamos que la sala estuviera saturada. Hubo bajas sonadas pero estuvieron los que tenían que estar y para ellos nuestros agradecimientos. Mara, Kly, Trini, Estela...entre otros, gracias.

Es importante tener caras conocidas cerca en las que apoyarte.
Os dije que el día estaba lluvioso? peor que eso, estaba frío y pesado.  No sé si los nervios o el cansancio de la semana me pasó factura, solo que tenía demasiada tensión en el cuerpo.
Para muchos de nosotros no era la primera vez. En más de una ocasión nos hemos encontrado ante un debut aunque no hay iguales ni siquiera parecidos. Sensaciones.
La verdad es que contando con gente tan comprometida como Paúl, uno de los socios de la sala Bonus track todo resulta muy fácil. Un buen lugar, lo recomiendo.

La música que pinchan es inmejorable y sus aceitunas picantes un reclamo.

Montamos el equipo a todo correr, el tiempo se nos echaba encima.
La prueba de sonido fue igual de rápida. No salí muy convencido, el resto creo que sí. La verdad es que pocas veces salgo convencido de algo. Deformación profesional. Dudo de todo.

Con poco más de una hora nos fuimos a cenar.  El tiempo volaba. Elegimos una tasca cercana. Lo mejor? todo. Nos pusimos las botas a base de pulpo y calamares. Me llevé un tupper con jamón asado.

Solo Bruno dio el callo comiendo. El resto escaparon. Fueron listos.
No toqué con 4 dedos sino con 8 tentáculos. Sobredosis de octopus pero que rico.

Llegamos con poco más de quince minutos de retraso. Las masas estaban locas. No se podían contener al vernos. Eh...ah..creo que eso fue una experiencia personal con Pearl Jam. Digamos que la gente ya estaba aguardando pacientemente dentro de la sala. Sonrisas, palabras de ánimo. Jugábamos en casa. Nos presentan mediante un monólogo. Raúl hace los honores. Risas. Hace bien los preliminares.
La gente está preparada. Momento perfecto. Es nuestro turno de terminar la jugada.

Subí al escenario con paso seguro, hasta ahí. Luego me di cuenta de que no se puede cenar y beber tan deprisa. ¿Cuál es el primer tema?. Oh! la cabeza...sonrisa perenne. Demasiado tarde para arrepentirse. Estado nirvánico. No padezco, solo siento. Uff! primera cagada. Nadie se da cuenta. Es la magia del directo. El show debe continuar.

Encima de un escenario el tiempo se convierte en magia. No recuerdo nada salvo miradas y aplausos. La suerte no hizo acto de presencia. No estaba invitada.

Terminamos con una gran sensación de alivio. Esto marcha. La gente nos sonríe. La música es una poderosa droga. Nos piden más. No tenemos.

Parece que todo salió bien. Es un buen comienzo. Prometemos más.

viernes, 22 de abril de 2011

Aceite y vinagre



Ese sería un buen título para nuestros primeros años de vida. You dog! nació como Ioda para más tarde llamarse Hello Clarice!. Tal vez este nombre hacía más justicia a nuestro grupo porque todos tenemos un poco de Hannibal.
Ponerle un nombre a la criatura no fue fácil. Si asi fuera el mundo estaría repleto de Iker, de Iniestas...ya nos es suficiente con las Anas.
Un nombre es la tarjeta de presentación. Su sonoridad es para mi básica, es lo que facilita el boca a boca al tiempo que la originalidad y calidad.
Finalmente surgió You dog! no sin antes quemar muchas neuronas y beberse muchas cervezas en el empeño. Para quien no lo sepa, es una expresión que significa..."canalla" aunque a mi me gusta más el llamarte "perro!".
El nombre después de todo este tiempo no deja de ser una mera anécdota. Nuestros orígenes fueron lo más parecido a una travesía por el desierto. Sin local propio y sin equipo apenas fuimos comiendo ensaladas con aceite sin apenas vinagre. Era complicado tener el aliño perfecto pero poco a poco fueron uniéndose más perros al peregrinaje y todo fue cobrando más sentido, y de repente el camino se nos mostró mucho más claro.
Leo apareció por casualidad, era nuevo en la ciudad. Venía del frío y lejano norte con el jazz bajo sus callos de baterista.
Bruno ya estaba en plantilla prácticamente pero el destino le había dado una excedencia. No fue complicado, hablamos el mismo idioma.
Por último se subió Little John. Los amortiguadores se resintieron un poco y aún lo hacen cuando hay baches pero tenemos un asiento personalizado. Es la voz, el que da la cara en todo momento. Musicalmente teníamos el círculo cerrado. Ahora solo quedaba trabajar aunque para ello nos era básico tener nuestro espacio, nuestro cubil.
Tras muchas palabras, tras muchas horas de tiempo libre invertidas, logramos acondicionar un local que para nosotros fue como una inyección de adrenalina. Perdimos mucho tiempo por el camino es cierto, en ocasiones masticabas un trozo de lechuga con demasiado aceite o vinagre. La proporción justa no era fácil de lograr y aún ahora nos sigue pasando de vez en cuando pero lo importante es que tras mucho empeño logramos salir adelante. En un grupo de rock, en un grupo de personas, cada uno aporta lo que quiere y puede por separado o junto y eso hay que tenerlo siempre en cuenta para no sorprenderse. Para bien y para mal.
Tras clavar la última punta en el local y colgar el póster de Pearl Jam que lo decora sólo faltaba que la música empezara a cobrar protagonismo de una vez y así fue por suerte.
Luego llegó la época de buscar ese sonido que representase y con ello más inversión...equipos nuevos con lo que todo adquiere otra dimensión...más implicación si cabe. La línea que separa el “pasarlo bien” con el “pasarlo bien pero en serio” se rompía aceleradamente.
Los meses fueron pasando, la hoja de ruta más o menos se fue cumpliendo.
You dog! recibe su bautismo en la primera actuación en la BONUS TRACK,  la primera de muchas, pero esa es otra historia.

Primer paso


No es importante. Hoy en el exterior todo es húmedo y nebuloso como el recuerdo de los comienzos.
Las fechas se pelean como espermatozoides buscando la supervivencia. No importa os digo.
El primer paso siempre es complicado cuando se busca. Iván y yo nos juntamos después de muchas declaraciones de amor en la guardilla de su casa. Un perfecto refugio para las ideas. Era de noche y volvía de pasar todo el día en Orense, tratando de sobrevivir a las infamias laborales que por aquella época se tejían sin disimulo.

Iván y yo no teníamos nada. Ni una pieza, tan sólo múltiples influencias.

La gente puede pensar que tener un grupo es algo divertido o incluso fácil pero nada más lejos de la realidad. Un grupo de rock no es tan sólo ruido y gritar lo que llevas dentro...hay muchas sombras que en ocasiones te hacen olvidar lo que sentías y pensabas al dar tu primer paso.

Este es un diario de viaje...un viaje que emprendieron dos locos y que hoy en día llena un coche de cinco plazas camino hacia no sé donde.
Este es un viaje de a diario en la que la cabeza no puede tomarse un respiro porque el show, sencillamente, debe continuar...