viernes, 18 de octubre de 2013

30 días sin accidentes

Muchos silencios. Demasiados. Han sido muchos meses ya desde que todo ha pasado.

El silencio puede ser un paraíso. Un lugar donde refugiarse de la vorágine que nos contamina.

El silencio puede ser como un cáncer. 

Hay que prestar mucha atención para escuchar al silencio. En ocasiones, es tan evidente lo que transmite que negarlo, te hace cómplice de tus miserias. No culpes a otros.

Sucedieron muchas cosas durante este silencio. Algunas hermosas, otras no tanto. Decía un grande como Andrés Montes que la "vida puede ser maravillosa". 

En algunos momentos, si queremos, dentro de lo poco que controlamos de ella, puede ser verdad. 

En otros, si lo que te rodea lo permite, también. Existen personas de otra pasta, auténticos supervivientes en la miseria, que pueden decirte con una sonrisa en la boca, "la vida es maravillosa".

La música es un fiel reflejo vital. Es un espejo donde nos proyectamos. Un medio por el que nos mostramos buscando compartir cosas en común. Lo que tal vez no sepáis es que para llegar al producto final llamado "música" hay toda una labor creativa y de relaciones humanas. Sin ellas, a no ser que seas un Billy Corgan de la vida, no llegarás a nada. Puedes usar internet pero tarde o temprano, o sales del cascarón o serás otro gran talento desechado.  

La música, formar parte de ella, de un grupo, significa sacrificar muchas cosas, en ocasiones, ego y orgullo, en otras razones por el bien común, hay que ceder y negociar constantemente, marcar límites invisibles para que nadie sea más que nadie. Todos importantes, nadie imprescindible pero respetando la esencia de la propia banda, sus raíces. Sin ellas no habría árbol que podar ni fruto que recoger. 

En una banda hay idas y venidas. Dicen que las despedidas no son buenas. No lo creo. Si sirven para que cada cual siga su camino y en definitiva, para lograr el equilibrio, la paz o sencillamente, no enfermar, adelante sea. 

Con todo esto, siento el rollo pero me gusta crear un poco de suspense y dramatismo, quiero despedir una etapa larga y fructífera en la que nuestro baterista Polo aportó su experiencia y persona a lo que hasta ayer mismo fuimos. Fueron muchos los buenos momentos que vivimos juntos. Me quedo con eso. 

Con todo esto también quiero saludar a una nueva etapa donde nuestro baterista Xane, nos aportará su energía y experiencia al tiempo que ese punto de equilibrio que nos ayude a cumplir los objetivos de esta banda sencilla de rock and roll. 

Podría extenderme muchas lineas más hablando de todos estos años pasados pero me parece muy justo resumir esta etapa ya finalizada con pocas y merecidas palabras. Gracias por todo y suerte en el viaje compañero. 

A Xane, nada más que mucha paciencia con estos tozudos que acabas de conocer. Un capote y mucho arte. :)

Para todos aquellos que estáis comenzando en esto de la música. Nunca dejéis de hablar. Comunicaros y sobre todo, nunca os vayáis para casa con heridas.







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