sábado, 22 de octubre de 2011

Musikamateur

Aprender aprendiendo. Una máxima que no debemos olvidar nunca.

Hay días en los que te levantas con los cables cruzados, con el pié izquierdo, etc. En esos casos está en nuestras manos cambiar los sucesos que nuestra actitud negativa pueden provocar.

También existen días, como el de hoy en los que te levantas perfectamente animado pero con la extraña sensación de que hoy pasará algo. Si ese día coincide con un concierto....me empiezo a poner nervioso y evidentemente, comienzo a escribir mi propia profecía.

Festival Musikamateur. Toda una iniciativa loable. Haría falta más gente como la implicada en la organización para que grupos no tan conocidos lleguen a sonar. Las intenciones son muy buenas.

Ha sido una iniciativa modesta, hecha con ilusión y con muchas ganas. Lástima no contar con más apoyo institucional o de otros medios. De todas formas, este es un tema diferente al que quiero tratar.

Me he tenido que comer un bocadillo ahora mismo y una cerveza para quitarme este mal sabor de boca.

Desde las 6 de la tarde Bruno ha estado en el festival escuchando a los grupos que iban pasando por el escenario móvil (completito y bien montado) habilitado para los grupos. Me comentaba por teléfono que todo sonaba de maravilla. Esto mismo lo comprobé 2 horas antes de nuestro turno para actuar. Los grupos sonaban sólidos quitando alguna pijadilla que otra...sonaban.

Por ello mi cara debió ser un poema cuando nos pusimos a tocar los primeros temas...Bajo hipersubido, guitarra en el limbo, pantallas de atrezzo...
Polo, nuestro batería tocó a ciegas sin referencia alguna. Me tuve que alejar todo lo posible de mi ampli para poder escuchar algo del resto. Si bajaba el ampli corría el riesgo de que ya no se escuchara absolutamente nada...Avisamos al técnico sobre el tema de las pantallas y fue como hablar con el Papa....nada. Me sentía tremendamente incómodo. Eran como si los temas no fueran nuestros ni los tuviéramos machacados. La verdad es que me había propuesto no pasar más por esto pero....hemos vuelto a pecar de pardillos. Es decir....si la cosa no funciona tienes dos alternativas: continuar a pesar de los pesares o pararte y tocar menos pero al menos con un mínimo de calidad. No pedíamos mucho la verdad y más teniendo en cuenta que hasta el momento, todos nuestros predecesores habían sonado bien. ¿Qué coño ha pasado?. No lo entiendo la verdad. Me jode mucho que desde "control" al menos no te digan nada...que pasen de todo....porque las pantallas no emitían ni un lastimero zumbido. Lo que te indigna más es que justo al terminar te venga el técnico diciendo que "tenía las pantallas desconectadas por un cable". Vete a la mierda!!

El siguiente grupo subsanado el "error" sonó bien desde el primer acorde.

Si fuera nuestro primer envite podría culpar a los nervios de este desaguisado pero siendo objetivo solo me responsabilizo de no haber parado en su momento y decirle al técnico...."meu"...arregla esto de una puta vez haz el favor...un mínimo....y más cuando hasta el momento....todos y digo todos....sonaron decentemente.

La próxima vez...me bajo del autobús. No merece la pena menospreciar nuestra música de esta forma. La gente que tenemos delante se merece algo digno...no digo original ni único....tan sólo digno y hoy...

Se aprende aprendiendo. Lo tengo claro.

No puedo sino agradecer a la organización del evento su esfuerzo por realizar este tipo de propuesta. Se merecen repetir...
Ahora que desde un punto de vista egoísta duele escuchar al finalizar el concierto y tras preguntar por cómo había sonado todo fuera, lo siguiente: " hay que tomárselo como una diversión" - así sin más.
Evidentemente sí pero después del camino andado solo puedo decir: No!!. No me conformo con eso...No es una respuesta...es una evasiva que cuando choca con la imagen de un grupo, con su música, con su identidad a mi me sabe a mierda...no lo puedo aceptar.

Se aprende aprendiendo. Es hora de dejar la adolescencia y convertirse en adulto. Es hora de moderar la velocidad y empezar a hacer las cosas mucho mejor. Es hora de mirar por dónde pisas pues cada paso puede marcar la diferencia entre avanzar o quedarse atrapado.

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